Google ya lo intentó hace unos años con su Google Wallet, pero aquello que pretendía ser un huracán se quedó en aguacero de septiembre que no logró desbancar las tarjetas de crédito de nuestros bolsillos.
Ahora, aquella estela la sigue Apple empeñada en desterrar las bandas magnéticas y erigirse en el rey de nuestro monedero. Al parecer, recorre el camino con firmeza y la famosa firma de la manzana ha presentado en sus nuevos iPhone 6, iPhone 6 Plus, y su reloj inteligente iWatch las capacidades de pago preinstaladas. Será ya cuenta del usuario activarlas o admirarlas como un bello avance tecnológico que no acaba de convencerle y del que piensa pasar de largo.
¿Y qué tiene este dispositivo que no tuviera la famosa billetera ideada por Google? El analista español Jaime García Cantero nos desentraña el asunto: “En primer lugar, Apple, a diferencia de otras compañías (incluida Google), es fabricante de dispositivos por lo que puede controlar al 100% la instalación de la plataforma de pago en sus equipos”, aseguró al medio Cinco Días.
Para salvaguardar la privacidad de los datos, el sistema no envía el número de tarjeta de crédito al comercio, sino que opta por crear un código especial de transacción para cada una de las compras realizadas.
Sin embargo, García Cantero parece obviar que Apple Pay todavía es un sistema con buenas intenciones (aunque lo suficientemente apuesto para cautivarnos) con todo por demostrar, dado que pretende dar un vuelco a nuestra manera de desenvolvernos en nuestras compras diarias.
Por ahora, para apuntalar su salto a la gloria, Apple suscribe acuerdos con empresas del calado de Visa, MasterCard o American Express, dado que el apoyo de estas entidades resulta vital para apuntalar su éxito.
En cualquier caso, habrá que seguir los pasos a Apple Pay para indagar si prospera esta nueva costumbre de pagar con un teléfono que busca volverse todopoderoso e imprescindible en nuestras vidas.