Mañana, sí, al fin mañana estará el anhelado reloj inteligente de Apple tentándonos en las tiendas. Lo cierto es que su advenimiento al mundo ha sido un goteo de exclusivas, filtraciones, rumores y redoble de tambores (ya puestos) y por fin aterrizará en las muñecas de los compradores por un precio que fluctúa entre los 399 euros o los 11.000 para el caso de los que lo prefieran en oro y en edición limitada, pues así se satisface a los que quieren añadir a la tecnología un plus de diseño y elegancia.
El cachivache salió a la venta el pasado 10 de abril, pero solo se podía reservar y aplazar su disfrute para el día 24. Apple no ha querido dejar ni un cabo suelto y ni a un cliente sin su «horma relojera», si se nos permite hacer una readaptación de la expresión, dado que el famoso smartwatch dispondrá de tres versiones enfocadas a tres tipos de clientela. La más asequible es la Apple Watch Sport, fabricada en aluminio y con una pantalla resistente a líquidos, pero no apta para chapuzones. Dicho reloj tendrá un precio de 399 euros, si nos decantamos por la versión de 38 mm. En cambio, si optamos por un tamaño de caja de 42 mm, habrá que desembolsar 449 euros.
Sin embargo, para aquellos que quieran y puedan regalarse algo más caro, Apple ha previsto el modelo elaborado con acero inoxidable Apple Watch (por tanto, el «sport» se queda para aludir a la versión low cost de la casa), cuyo precio oscilará entre los 649 y los 1.249 dependiendo de su tamaño y de las correas escogidas. Por su parte, los que consideren que el oro es el mejor hábitat para su muñeca, la compañía de Palo Alto (California) ha ingeniado la colección edition con oro de 18 dilates y cristal de zafiro pulido. También ofrece una versión en oro rosa. Si me lo permiten, lo diré: ¡menuda pijada!