Un día decisivo para Italia, pero también para el resto de Europa. La campaña electoral de Italia terminó, como predijeron las encuestas, con el ascenso significativo de la líder de extrema derecha de la Hermandad de Italia, Giordi Meloni

Primera vez que la ultraderecha gana las elecciones en Italia.

Esta vez las encuestas no defraudaron. El partido de extrema derecha Fratelli d’Italia (FdI) parece haber ganado las elecciones de Italia el domingo, con Giorgia Meloni convirtiéndose en la primera mujer en asumir el cargo en la historia de la república. Su victoria fue creada por la buena alianza de Silvio Berlusconi FDI de la Cámara de los Comunes y el Senado y Matte Salvini y la gran victoria de Forza Italia. Si bien los controvertidos ataques políticos de Roma en el Castillo de Kiggi han provocado que muchas personas se sacudieran en Europa, el complejo sistema, la economía y los antecedentes internacionales limitarán significativamente su movilidad en el país, que duró un promedio de 18 meses.

Con el 93% de las circunscripciones, la FdI fue la fuerza con más votos en la Cámara Baja con el 26,34%, seguida del Partido Democrático (PD) de Enrico Leta con el 19,27% de los sufragios, algunos resultados llevaron a anunciar el político su renuncia como secretario general del partido a partir de enero.

La cuenta actual es de aproximadamente 235 de los 400 escaños en el Congreso para la centroderecha, menos de los dos tercios que le otorgan amplios poderes legislativos, y 80 para la centroizquierda. El M5S obtuvo 51, mientras que el Terzo Polo obtuvo 21.

La nueva ley electoral de Italia premia a los partidos ganadores, por lo que esos números serían más que suficientes para formar un gobierno. Las grandes ventajas de la FdI frente a los socios de la coalición conducen a la creación de un consejo ministerial bajo su liderazgo. A la espera de la confirmación final de la votación, es probable que Meloni, de 45 años, acepte la formación del gobierno del presidente Sergio Mattarella.

En su discurso de victoria Meloni afirmo que “Fue una noche de orgullo, de revancha. A partir de mañana tenemos que demostrar nuestra valía. Este es un momento de responsabilidad. Italia nos eligió, no la traicionaremos, nunca la hemos traicionado”

El regreso al poder tras más de una década de oposición o sometimiento a otras fuerzas se produce tras una campaña marcada por la apatía cívica, cansada del carrusel electoral que ha visto a los 68 gobiernos del país en 76 años. 

Según los analistas, sería el gobierno más derechista del país desde la Segunda Guerra Mundial. Pero el debate sobre los orígenes fascistas del partido Melloni se debate más en el extranjero que en casa, y las encuestas muestran que la victoria de la FdI durante meses no ha impedido que el grupo multiplique por seis sus resultados.

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