
Por lo tanto, la rubia regresa, pero todavía tiene mucho por demostrar y convencer, sobre todo, a los más clásicos, pues los que crecieron con ella, hoy apenas la reconocen tras la cirugía 2.0 a la que se ha sometido.
No sabemos lo que le depara a la rubia digital, pero sí sabemos lo que se está gestando con su máxima competidora; bitcoin. Así, esta última ya sirve de moneda para realizar transacciones en las tiendas electrónicas de la compañía de informática DELL o en Expedia.
Sin embargo, a muchos, esto de la moneda virtual es una tierra por la que jamás se han adentrado y de la que necesitan una pequeña guía Lonely Planet para saber a lo que se enfrentan. Bien, pues ahí van esas pautas para no extraviarse entre su monumentalidad:
-No pertenece a Estado alguno y, por lo tanto, puede emplearse en cualquier país
-Las transacciones se realizan de persona a persona sin intermediarios
-Mantienes tu identidad en secreto y se pueden efectuar desde el más estricto anonimato
-Se puede cambiar la moneda virtual a cualquier otra de curso legal sin obstáculos
Éstos son los rasgos que definen a la moneda virtual y que, por supuesto, también caracterizarán al invento español.
De hecho, la criptomoneda ibérica pertenece a Coomercia, una empresa con sede en Motril (Granada) y que promete dar guerra en el campo de las transacciones por internet.
